Aislar las ventanas correderas
Las ventanas correderas son uno de los tipos de ventanas más prácticos que hay de cara a abrir y cerrar, ya que no ocupan prácticamente espacio y suele hacerse de forma muy cómoda. Sin embargo, es un tipo de ventana que conviene aislar de forma adecuada, pues de lo contrario podríamos hacer que se pierda por ellas mucho calor.
Sellar el cerco de la ventana:
En ocasiones, sobre todo cuando estamos hablando de ventanas antiguas y desgastadas por el paso del tiempo, suelen aparecer grietas en el yeso de la pared que rodea el marco de la ventana y es por esta zona por la que se producen pérdidas de calor.
En este caso, lo que habría que hacer es, ante todo, identificar por dónde se está escapando el calor y pedir presupuesto para cambiar las ventanas. Mientras tanto, se puede inyectar espuma de poliuretano que vaya expandiéndose por la estructura. Finalmente, puede taparse el agujero con masilla y pintar.
Aislar el vidrio:
Entre todos los métodos que existen, hay uno que es crucial. Tener un vidrio de calidad en las ventanas con una capa aislante concederá a la ventana esa capa extra necesaria para que el frio no pase al interior de la vivienda.
Te recomendamos colocar un doble o triple acristalamiento CLIMALIT PLUS® con PLANITHERM 4S®. Este cristal conseguirá un buen aislamiento térmico en los meses fríos, y control solar en los meses calurosos impidiendo la entrada de energía, pero dejando pasar la luz natural. PLANITHERM 4S® mantiene nuestra casa a una temperatura confortable durante todo el año y permite el ahorro en las facturas gracias a la incorporación de ventanas eficientes y sostenibles.
Aislar el cajón de la persiana:
El cajón de la persiana, que es uno de los lugares por donde más energía se pierde y por donde también más ruido entra. Las cajas antiguas de las ventanas no tienen cierres herméticos por lo que lo ideal es colocar paneles o planchas de poliestireno y situarlos dentro de la caja para así aislarla.
Cortinas térmicas:
Las cortinas térmicas tienen la propiedad de aislar del frío. En general tendemos a infravalorar el impacto de las cortinas en el aislamiento exterior, pero pueden contribuir mucho. Así, una ventana desnuda tiene un índice de conductividad térmica mayor que el de una ventana que cuente con cortinas.